martes, 6 de marzo de 2018

Revisión de tema


Adaptación cardiovascular al ejercicio

La frecuencia cardíaca 

Es el número de contracciones del corazón o pulsaciones por unidad de tiempo. Se mide en condiciones bien determinadas (de reposo o de actividad) y se expresa en pulsaciones por minuto a nivel de las arterias periféricas y en latidos por minuto (lat/min) a nivel del corazón. La medición del pulso.

Modificación

Entre las modificaciones cardiovasculares se observa un descenso de la frecuencia cardiaca (pulsaciones del corazón por minuto) en reposo y también durante la realización de un ejercicio físico de intensidad submáxima, sin que se aprecien modificaciones habitualmente en la frecuencia cardiaca máxima con el entrenamiento. 
La frecuencia cardiaca, por lo tanto, es un parámetro fácil de medir, que cuantifica de una manera práctica y real la intensidad del esfuerzo físico a nivel cardiovascular. Su conocimiento nos permite objetivar la intensidad de un ejercicio y prescribir las cargas de entrenamiento en función de dicho parámetro. Igualmente vamos a poder realizar una transferencia del esfuerzo realizado en las ergometrías (pruebas de esfuerzo realizadas en los laboratorios de fisiología del ejercicio) al terreno deportivo.
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La presión arterial

Es la presión que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. Esta presión es imprescindible para que circule la sangre por los vasos sanguíneos y aporta el oxígeno y los nutrientes a todos los órganos del cuerpo para que puedan funcionar correctamente. Es un tipo de presión sanguínea.

Modificación

El ejercicio físico aeróbico está recomendado como tratamiento coadyuvante en la hipertensión arterial ligera-moderada, junto a medidas higiénico-dietéticas como la dieta hiposódica, la pérdida de peso en caso de obesidad y el control del estrés. Estas son medidas iniciales antes de considerar el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial.
El ejercicio aeróbico produce una vasodilatación que tiende a disminuir las resistencias vasculares periféricas y en consecuencia disminuir la tensión arterial diastólica durante el ejercicio.

Volumen sistólico

En fisiología cardiaca, se denomina volumen sistólico o volumen eyectado, al volumen de sangre que el corazón expulsa hacia la aorta durante el periodo de contracción 

Modificación

El incremento del volumen sistólico o volumen latido, es decir, la cantidad de sangre que expulsa el corazón cada vez que se contrae. Este aumento se produce en reposo y en ejercicio submáximo y máximo.

Por lo tanto, la cantidad de sangre que expulsa el corazón cada minuto (gasto cardiaco o volumen minuto) que depende de la frecuencia cardiaca y del volumen latido también se incrementará de forma importante al realizar un esfuerzo máximo, sin que experimente modificaciones en reposo ni al realizar un ejercicio submáximo.
Adaptación cardiovascular (investigaciones)

1.       Ejercicio físico y salud

La práctica regular de ejercicio físico es una recomendación establecida para prevenir y tratar los principales factores de riesgo cardiovascular modificables, como la diabetes mellitus, la hipertensión y la dislipemia. Realizar actividad física de intensidad moderada durante un mínimo de 30 min 5 días por semana o de intensidad alta durante un mínimo de 20 min 3 días por semana mejora la capacidad funcional y se asocia a reducciones en la incidencia de enfermedad cardiovascular y mortalidad. El ejercicio físico induce adaptaciones fisiológicas cardiovasculares que mejoran el rendimiento físico, y solo en casos extremos pueden conducir a un riesgo aumentado de complicaciones asociadas al ejercicio físico.
Cordero, A., Masiá, M. D., & Galve, E. (2014). Ejercicio físico y salud. Revista Española de Cardiología67(9), 748-753.
La realización de actividad física constante genera nuevos hábitos en el cuerpo humano reflejados en forma de adaptación a esos cambios que se han convertido en hábitos, los cuales permiten al ser humano desempeñarse de mejor manera en el entorno que los rodea, con un mejor desempeño.

2.       Adaptación cardiovascular y capacidad de recuperación cardiaca en jóvenes de 13 años

Este Trabajo pretende medir la adaptación cardiovascular (resistencia cardiaca al esfuerzo y capacidad de recuperación cardiaca) y su relación con l actividad física desarrollada. La población objeto del estudio es un grupo de 35 escolares de segundo curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria (13 años). Se le aplicaron los test de Gallager y Bronha y de Ruffier- Dickson. Obtenidos los resultados de estos, se creó un grupo de debate, para determinar la correspondencia de éstos con la actividad física realizada de manera habitual.
Vállez Troyano, D. (2003). Adaptación cardiovascular y capacidad de recuperación cardiaca en jóvenes de 13 años. Suma134, 36.
Mediante la aplicación de pruebas en el ámbito deportivo se encuentra que los test test de Gallager y Bronha y de Ruffier- Dickson, dan resultados a los diferentes estímulos y adaptaciones en deportistas de edad joven y que mediante su aplicación se puede conocer la adaptación cardiovascular al ejercico.



3.       Respuesta cardiovascular durante el ejercicio físico en normotensos y prehipertensos.

Las pruebas de esfuerzo son útiles al evaluar las enfermedades cardiovasculares. Caracterizar precozmente un desequilibrio del organismo es fundamental, por lo que nos propusimos identificar durante el ejercicio la respuesta presora, alteraciones del ritmo e isquemia del miocardio en sujetos normotensos y prehipertensos. Se realizó prueba ergométrica diagnóstica en bicicleta a 222 sujetos con presión arterial menor 140/90 mmHg, electrocardiograma normal y sin tratamiento farmacológico. Predominaron las mujeres (58.6%) y sujetos de la piel blanca (41.8%). La presión arterial al máximo esfuerzo fue anormal en el 45.7% y de ellos el 88 % era prehipertenso. Esta variable mostró una elevada diferencia significativa (p=0.0000064) entre normotensos y prehipertensos. Se detectó isquemia del miocardio y arritmia en 21 sujetos. Se concluye que la prueba de esfuerzo en estos sujetos evidencia de forma precoz alteraciones en el control de la presión arterial y que la isquemia del miocardio y las arrtimias no son frecuentes en este subgrupo.
Cabrera Rojo, I., & Izaguirre Rodríguez, G. (2008). Respuesta cardiovascular durante el ejercicio físico en normotensos y prehipertensos. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas27(1), 0-0.

Mediante la aplicación de test se registra de manera asertiva posibles pacientes con prehipertensión e hipertensión, los cuales por una adaptación a la no realización de actividad física su ritmo cardiaco ha sufrido cambios diferentes a los normales, con una notoria evolución de este, test mediante los cuales se dio a conocer esta situación.

Efectos de un programa de ejercicio físico supervisado sobre la estructura cardiaca durante la gestación. Ensayo clínico aleatorizado

4.       Ejercicio, piedra angular de la prevención cardiovascular

 La falta de actividad física es un problema de salud pública que se reconoce como un factor independiente de riesgo de enfermedad coronaria. El riesgo relativo de la inactividad es similar al de la hipertensión arterial, el hipercolesterolemia y el tabaquismo, por lo que el sedentarismo se asocia a un aumento simultáneo de las enfermedades cardiovasculares. La práctica regular de ejercicio físico a una intensidad ligera-moderada induce una serie de adaptaciones que producen los beneficios para la salud. Diferentes estudios han mostrado una relación inversa entre ejercicio habitual y riesgo de enfermedad coronaria, eventos cardiacos y muerte. El ejercicio mejora el perfil lipídico y el control de la glucemia, reduce o previene la hipertensión arterial, la obesidad y el estrés, mejora la forma física y aumenta la longevidad.
Pérez, A. B. (2008). Ejercicio, piedra angular de la prevención cardiovascular. Revista española de cardiología61(5), 514-528.

En la sociedad se presentan grandes factores de adaptación a la no realización de actividad física en las personas, tales como tabaquismo y alcoholismo, en las que al momento de realización de actividad física estas se hacen evidentes y muestran el retroceso en capacidades físicas generado por la adaptación al no ejercicio.

5.       Incidencia de la actividad física en el adulto mayor.

Atendiendo a los resultados, consideramos que un programa de ejercicios puede producir la involución cardiovascular previniendo la arteriosclerosis, la involución respiratoria y la endocrina (especialmente de las suprarrenales con la consiguiente mejoría de la adaptación y resistencia al estrés), Facilita la actividad articular y previene la osteoporosis y fracturas óseas. Se incrementa la absorción de calcio y potasio, Reduce niveles plasmáticos de colesterol y triglicéridos, Mejora el aspecto estético, la calidad y el disfrute de la vida.
Moreno González, A. (2005). Incidencia de la Actividad Física en el adulto mayor. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte/International Journal of Medicine and Science of Physical Activity and Sport5(20).

El trabajo está orientado a la tercera edad, profesores de educación física y entrenadores; La actividad física se reduce con la edad y constituye un indicador de salud. La reducción del repertorio motor, junto a la lentitud de los reflejos y descenso del tono muscular en reposo, entre  otros factores, provocan descoordinación motriz. La inmovilidad e inactividad es el mejor agravante del envejecimiento y la incapacidad de tal forma que, lo que deja de realizarse, fruto del envejecimiento pronto será imposible realizar


Bibliografía

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